Carroñeros domesticados

Ilustración: Verónica Valencia

He decidido hacerme trenzas en el pelo, reírme a carcajadas y pensar que todo esto es una broma. Hay que ser fuertes, más que nunca, hay que duplicar nuestra ilusión y pensar que un mundo mejor es posible. Pienso que España no volverá a ser como en la primera década del siglo XXI, pero hay que actuar con energía y abrirnos camino entre las cenizas. Como el ave fénix. Cuando la tierra vuelva a estar fértil, volverán a crecer las semillas.

Nuestra moral está por los suelos, nuestros proyectos y esperanzas bajo tierra. Pero no. Nadie podrá con nosotros. Se le puede dar la vuelta. Hoy puede ser un gran día, como decía Serrat. Y mañana también.

Terror e incertidumbre

He decidido inaugurar este blog con una reflexión tras los incendios en la Comunitat Valenciana. A mí me toca de cerca porque se ha quemado una parte de mí con el fuego en el Alt Palància. Bejís, Teresa… Terror e incertidumbre.

Ilustración: Verónica Valencia

Me da miedo abrir los ojos y ver la oscuridad anaranjada. Porque aunque brille el sol siempre estará oscuro. Ese sitio que antes era verde y fresco, un pulmón de oxígeno y que ahora, arrasado por las llamas, solo es un punto negro más en el mapa. He llorado, he oído a mis amigos sollozar mientras ardía nuestro monte, nuestros bosques, nuestros animales. Los expertos acudieron tarde y ya nada volverá a ser como antes. Nada. Nunca.